Efectos del Cambio Climático en la Salud

Es muy importante que todo ser racional desde las edades más tempranas hasta los más adultos tenga claro que nos estamos enfrentando a un problema con mayor relevancia, como lo es El cambio climático, la cual es un fenómeno natural que va experimentando el planeta, paulatinamente, a lo largos de los años. Actualmente se ha ido observando estos cambios, que muy improbablemente, se deban solo a la variabilidad natural. Las evidencias científicas afirman que el cambio climático que estamos experimentando se debe además, a causas antropogénicas, especialmente, las que provocan el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero. Todo ello está provocando cambios meteorológicos, como el aumento de las temperaturas, el aumento del nivel medio del mar, las grandes variaciones en las lluvias, que dan lugar a inundaciones o por el contrario a sequías, además de eventos climáticos extremos que desembocan en catástrofes naturales.

Todos estos cambios están produciendo impacto sobre la Salud Humana es por ellos que luego de revisado varios documentos se resalta el siguiente texto de un informe más reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático donde hay pruebas abrumadoras de que los seres humanos están afectando al clima mundial, y destaca una amplia variedad de consecuencias para la salud humana. La variabilidad y el cambio del clima causan defunciones y enfermedades debidas a desastres naturales tales como olas de calor, inundaciones y sequías. Además, muchas enfermedades importantes son muy sensibles a los cambios de temperatura y pluviosidad. Entre ellas figuran enfermedades comunes transmitidas por vectores, por ejemplo el paludismo y el dengue, pero también otras grandes causas de mortalidad tales como la malnutrición y las diarreas. El cambio climático ya está contribuyendo a la carga mundial de morbilidad y se prevé que su contribución aumentará en el futuro.

La OMS (Organización Mundial de la Salud)  respalda a los Estados Miembros en la protección de la salud pública frente a las repercusiones del cambio climático y representa la voz del sector sanitario en la respuesta global de las Naciones Unidas a este desafío mundial.

                                        

        Figure 1: Actividades de la OMS relativas de Cambio Climático y Salud.

Cada vez hay menos dudas: estamos ante una emergencia climática sin precedentes. Esfuerzos como la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París, el Pacto Verde Europeo o las Cumbres del Clima demuestran el compromiso creciente de la sociedad con la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, la respuesta a esta amenaza a largo plazo parece haberse congelado para reaccionar ante una amenaza más urgente: la provocada por la pandemia del coronavirus. Y ahí es donde está el error: no podemos elegir entre apagar un fuego u otro, ¡porque están relacionados! Si ahora estamos sufriendo la amenaza de este virus es en buena parte debido a que hemos debilitado los ecosistemas que nos protegen. Es por ello que varios expertos aseguran que el COVID 19 puede tener efectos positivos como negativos en el cambio climático, ya que  si bien es cierto los esfuerzos para controlar la pandemia de coronavirus han reducido la actividad económica y contribuida a mejoras localizados en la calidad del aire. Si comparamos la calidad del aire antes de la pandemia en marzo 2020 y en mayo 2020 ha mejorado notablemente, Sin embargo estas reducciones en la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero pueden tener algunos beneficios, la pandemia no es la solución a la crisis climática. Cualquier reducción en las emisiones y la contaminación causada por la pandemia y las recesiones económicas probablemente será efímera. Tras la disminución de la emergencia médica y en ausencia de grandes esfuerzos para la transición hacia una economía de cero emisiones netas, la experiencia pasada sugiere que las emisiones podrían aumentar rápidamente a medida que se reanude la producción industrial y la generación de energía. Al salir de esta crisis, las personas pueden sentirse obligadas a reevaluar sus traslados diarios y a continuar reduciendo los viajes de negocios a favor de la teleconferencia. Sin embargo, a medida que surgen del autoaislamiento y, en muchos casos, se enfrentan a tragedias personales, problemas de salud mental y desafíos económicos, puede haber un retorno a la situación previa a la pandemia. Es posible que las personas vuelvan a subir a sus automóviles y, en el peor de los casos, la contaminación del tráfico podría incluso superar los niveles previos a la pandemia si a las personas les preocupa viajar en transporte público.

Todos debemos ser voceros de que el cambio climático es real, tenemos el deber de ser vigilantes para que no se siga dañando más nuestro hogar, también dejemos de ser espectadores y convirtámonos en protagonista que buscan fomentar el uso e inversión en fuentes de energía sostenibles para de esta manera disminuir los efectos que esta ocasionado el cambio climático en nuestro planeta.


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